Es fundamental comprender que estas riñas, enfrentamientos y peleas que se dan entre hermanos son parte del desarrollo de su relación y es a partir de ellos, que los niños logran establecer límites, respetar los de los demás y experimentar sentimientos como la empatía, la tolerancia, así como poder demostrar y expresar necesidades y emociones.

Los hermanos son parte importante del desarrollo social y emocional del ser humano, hay cosas que solo los hermanos pueden enseñar.

Generalmente, la rivalidad entre hermanos surge cuando los hermanos compiten por el amor, atención y el respeto de sus padres. Dependiendo de la edad y el temperamento de los hermanos las disputas pueden ir de insultos, discusiones, comportamiento inmaduro hasta los golpes. Los signos de la rivalidad entre hermanos pueden incluir golpes, insultos, discusiones y comportamiento inmaduro. 

Conforme los niños crecen, la forma en la que se relacionan con los hermanos irá cambiando. Las peleas van dejando de ser más físicas y se vuelven más verbales a medida que los niños van madurando. 

Aquí algunos tips para aprender a vivir con estos enfrentamientos.

  • Deja de “ser parejo” o tratarlos igual. Tratarlos igual no siempre funciona, cada uno tiene necesidades diferentes y te toca a ti observar cuáles son y cómo satisfacerlas.  
  • Establece el respeto como la base de las relaciones en casa. Nadie (empezando por nosotros mismos) puede faltarle el respeto a otro miembro de la familia, existirán consecuencias para el que no cumpla con esta importante regla. Dejales muy claro cuales son las conductas aceptables e inaceptables dentro de casa.
  • Evita las comparaciones. 
  • Trata de no meterte. Alienta a tus hijos a buscar soluciones entre ellos y así podrán hacerse cómplices para evitar que tu soluciones el problema.  
  • Anticípate a los problemas. Generalmente los papás sabemos qué detonará una situación de confrontación en nuestros hijos, adelántate.
  • Escucha a tus hijos por separado. Permíteles desahogarse y platicarte lo que les frustra o enoja del otro, ayúdale a encontrar soluciones.
  • Intenta pasar tiempo a solas con cada uno. Dedícales un tiempo especial a cada uno. Es importante que sientan que los amas profundamente como son. 
  • Fomenta actividades que no generen competencia entre ellos. Hornear o cocinar puede ser una buena forma de convivencia sin ganadores y perdedores.

Autor: Mgter. Martha Lavin Mancebo

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