Los propósitos que la Dra. Montessori subraya para las salidas parecen ambiciosos pero difíciles, sin embargo, diseñar salidas con una “mirada Montessori”, no requiere de ir a lugares muy lejanos, o salidas complejas, sino justamente todo lo contrario: se trata de salidas sencillísimas pero con propósitos bien pensados, aunque más no sea una salida al espacio exterior de casa o de la escuela.

¿Qué nos proponemos de un paseo…?

  • Desarrollar en el niño la capacidad de observación
  • Identificar, reconocer y nombrar objetos específicos del entorno enriqueciendo el lenguaje
  • Conocer y valorar el mundo que lo rodea

Las salidas satisfacen las necesidades del niño de 3 a 6 años de orientación, orden, exploración y manipulación; en el contacto con la naturaleza, aprenderá a respetar su entorno y todo ser vivo, al recorrer el espacio ejercitará su necesidad de explorar y el contacto con estímulos sensoriales ejercitará su percepción.

M. Montessori decía: una mano para trabajar, una mente para pensar y un corazón que puede amar, para referirse a que todo lo que el niño conoce a través de sus sentidos y con el movimiento, información valiosa para el desarrollo de su inteligencia y valoración desde sus afectos. Percepción, inteligencia y corazón: un desarrollo integral.

También suscitar la admiración, el asombro o el respeto hacia la diversidad o la introducción al niño a una actitud científica, son aspectos que se pueden intencionar a partir de un paseo:

  • La admiración por tantas formas diferentes de hojas, insectos o de árboles
  • La curiosidad frente a los hábitats de plantas, animales y del ser humano
  • Actividades de cuidado como regar plantas, alimentar mascotas y toda tarea de cuidado de un ser vivo
  • Trabajos de huerta: plantar plantas, germinar semillas, cosechar, cultivar

El modo de vida de los animales, lo que necesitan para alimentarse o cómo se protegen, son parte de una curiosidad insondable que se puede iniciar en el zoológico o la granja, pero que se continúa en casa con libros sobre el tema, imágenes o algún documental. El mundo viviente ofrece al niño de esta edad un asombro inacabado de temas que lo abre al mundo de la ciencia con naturalidad y lo ayuda a plantearse preguntas.

El tiempo destinado a estas actividades, aunque no sea mucho, es percibido por el niño como una muestra de afecto y lo ayuda a percibir su entorno, lejos de pantallas.

¡Démosle al niño todo el universo como contexto de estudio!, M. Montessori

Autor: Lic. Graciela Heguy

Las salidas fuera o dentro de casa, los paseos o el parque, son fuente inagotable de estímulo y aprendizaje. Los paseos incluyen estímulos de todo tipo: la experiencia sensorial, el desarrollo del lenguaje y el conocimiento del mundo que rodea al niño encierran mucha información y atractivo que podemos aprovechar para su desarrollo.

Muchos aspectos de la vida atraviesan un paseo: el arte, el respeto por la naturaleza, la maravilla de lo vivo, la riqueza de la diversidad cultural, las celebraciones. En palabras de la Dra. Montessori:

“…la importancia de la educación es enorme, porque el hombre posee mucho más de lo que sabe y mucho más de lo que puede disfrutar. jLo tiene todo! Debe aprender a apreciar lo que tiene y a disfrutar lo que ya posee”

Las salidas de casa son un aspecto cotidiano tanto en el ámbito familiar como en la rutina de un centro escolar: al mercado, a la escuela, a visitar amigos, la plaza, o a un museo. Desde la mirada de Montessori, las salidas no son solo motivos de aprendizaje, sino que se enmarcan en toda una filosofía de valoración y respeto por la vida porque

  • Dan una perspectiva espiritual de todo lo creado, y dan al niño su lugar en el universo, porque se sitúa como pequeñs frente a todo lo creado
  • Ofrecen el concepto de que el universo es una red de relaciones con interdependencia
  • Dan el concepto del misterio, valor y cuidado de la vida
  • Parten del concepto del universo como fuerza organizacional: todo tiene un orden (¡como en el ambiente preparado!)
  • Muestran al niño que todo ser vivo  tiene una tarea, una función, un trabajo
  • Pone de relieve la importancia de la diversidad, el diálogo y el respeto intercultural

Oler frutas en una verdulería, distinguir las formas de las hojas en un parque o aprender a caminar en diferentes lugares según el contexto cultural: recorrer en silencio un templo, correr en un parque, aprender a ser espectador en el cine o escuchar un cuento de una abuela.

Es decir, pensar una salida sencilla con ese marco filosófico, la convierte en una ocasión que trasciende el lugar o la actividad concreta, y la transforma en una oportunidad rica para darle al niño una visión de todo el universo, ¡aunque solo vaya al supermercado! Pero para ello hace falta un adulto que le dé a una salida sencilla, esta mirada trascendente, valorativa.

Les propongo aprovechar cada paseo, por pequeño que sea, en una experiencia rica en estímulos sensoriales, motores, en vínculos de afecto manifiesto, en tiempo dedicado al niño.

Autor: Lic. Graciela Heguy